Virgula in Montevideo

Eerste Virgula in Montevideo, vertaald door Micaela van Muylem, op de site Escaramuza.com.uy, een nieuwe serie over een dichter en een vertaler, een mooi voorproefje van de Spaanse vertaling van de hele bundel Virgula, die dit jaar bij uitgeverij Serapis (Argentinië) uitkomt.

Leer en traducción es vincularse con la ajenidad y ampliar el universo de lecturas. En esta nueva sección, traemos textos de autoras o autores que no han sido traducidos al castellano o que merecen una retraducción. Para Traducĕre #1, la traductora Micaela van Muylem traduce del neerlandés a la poeta contemporánea Sasja Janssen. «Vírgula» es un poema hecho de imágenes, suspensiones y vueltas sobre la propia lengua. Al final, de yapa, Micaela comenta su traducción.

 

Vírgula

 

hay una eternidad en la altura, hay una eternidad en tender

la altura,

a veces el deseo de anular la diferencia entre aire y tierra,

caer pasando apenas los breves jardines con bancos, heladeritas, plantas

vacías, bicicletas, pero suele haber un anhelo

por entrar en el aire como en un cuarto

 

mi cuarto, una ventana grande y sin centro

hacen trampa con un cuadrado

que tiene adentro una cama baja, y un repasador de cortina, linóleo

celeste como un febrero claro

una mesita para una única silla, cuando lavás la ventana

del lado de afuera, por encima del hombro te aturde la hondura

 

Vírgula, ya estuviste acá también, en la densidad tangible

las pequeñas cuatro paredes, el concreto con nudos de aire corroído

en las escaleras pegadas a la construcción, mis

ojos viven con el amarillento concreto, del que recortaron cuartos

rectangulares para estudiantes, suelo imaginármelos como perros

será porque cogen a la siesta

 

sí una eternidad de calma, ventana donde se pierden aviones

cuando descanso en la cama baja

que no es mía, sino del edificio y

pienso en la chica en el pasillo de vida decente y que siempre lleva

un traje de dos piezas, el afgano que fríe huesos en aceite,

el joven iraní que me muestra sus dibujos, con sus pestañas como mariposas

 

parecen no existir cuando estoy en mi cuarto

y debo leer a Hooft, hasta que un chico

de ojos turbios me besa en su habitación,

no le queda nada, dice, más que la cama alta, la heladera

y el equipo de audio, nos traemos una gatita del pet shop y tres

semanas después se cae del balcón nevado, los días tienen un silencio de invierno

 

con el chico festejo navidad en un edificio casi vacío

cuento los cuartos enfrente con las cortinas

cerradas, tenemos fiaca y no cocinamos el pollo

las nueces, las ciruelas, miramos El ángel azul

en el canal del edificio y fumamos armados

las puntas con gusto a sangre ahumada

 

en el nuevo año adoptamos dos gatas, la blanca es mía

la blanca y negra, de él,

hasta que me tengo que mudar a otro edificio, porque se acabó,

nos dividimos los cubiertos de hierro,

las gatas y vomito del olor a cloro con el que repaso el baño

para entregar limpio el cuarto

 

y es ahí que realmente cobrás vida, Vírgula,

en la vista al abeto alto, en la soledad verde,

duermo una última noche con el chico, de pronto el alba

anuncia la partida y me robo la cama baja

con mi manta de lana, rígida de vejez, la gata blanca

y juntas esperamos, esperamos a que alguien nos saque de este cuarto

 

cubro con juncos la ventana en que crujís, recojo un cristalero

de la calle y lo pinto de blanco,

no tiene sentido, la eternidad entera se mudó conmigo, Vírgula.

 

Traducido del  Micaela van Muylem

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Virgula,

 

er is eeuwigheid in hoogte, er is eeuwigheid in het hangen

van hoogte

soms het verlangen het verschil tussen lucht en aarde op te heffen,

je laten vallen vlak voorbij de korte tuintjes met banken koelkasten lege

planten fietsen, maar meestal is er verlangen

om de lucht te betreden als een kamer

 

mijn kamer die uit een groot raam bestaat en geen midden

heeft, er wordt vals gespeeld met een vierkant

met daarin een laag bed, kaasdoek als gordijn, lichtblauw

linoleum als een heldere februari

een kleine tafel geschikt voor maar één stoel, wanneer je het raam

aan de buitenkant wast duizelt de diepte over je schouder

 

Virgula, ook hier was je al, in de dichtheid die je kunt aanraken

de vier kleine muren, het beton met knoesten van lucht dat rot

in de trappen die tegen het gebouw zijn geplakt,

mijn ogen leven met het geelgrijze beton, waaruit rechthoekige

kamers gesneden voor studenten, soms stel ik me ze voor als honden

misschien omdat ze ’s middags neuken

 

wel eeuwigheid van kalm raam, vliegtuigen verdwalen erin

als ik lig in mijn lage bed

dat niet van mij is maar van de flat en

ik denk aan het meisje op de gang dat keurig woont en altijd gekleed

in een deux-pièces, de Afghaan die botten kookt in olie,

de jonge Iraniër die me zijn tekeningen toont, zijn wimpers als vlinders

 

ze lijken niet te bestaan als ik in mijn kamer ben

en Hooft moet lezen tot een jongen

met troebele ogen me in zijn kamer naast de mijne kust,

hij heeft niets meer, zegt hij, behalve een hoog gebouwd bed koelkast

een stereo, we nemen een katje uit de dierenwinkel dat na drie

weken van de besneeuwde balkonrand valt, de dagen zijn winterstil

 

met de jongen vier ik kerst in een bijna leeg flatgebouw

ik tel van hoeveel kamers aan de overkant de gordijnen

zijn gesloten, we zijn lui en koken onze kippen,

noten, pruimen niet, we kijken naar Der blaue Engel

op de flatzender en roken shag

de sliertjes smaken naar gerookt bloed

 

in het nieuwe jaar nemen we twee katten, de witte is van mij

de zwart-witte van hem,

tot ik verhuizen moet naar een ander flatgebouw, want het is uit,

we verdelen het ijzeren bestek

de katten en ik geef over van het chloor waarmee ik mijn badkamer

poets om de kamer schoon op te leveren

 

en daar kom jij pas goed tot leven, Virgula,

in het uitzicht op een grote sparrenboom, in de groene eenzaamheid,

ik slaap nog een laatste nacht bij de jongen, dan loeit

de ochtend ineens vertrek en ik steel het lage bed

met mijn wollen deken, stijf van ouderdom, de witte kat

en samen wachten we, we wachten tot iemand ons uit deze kamer haalt

 

ik hang riet voor het raam waarin jij kraakt, ik haal een buffetkastje

van straat en schilder dat wit,

het haalt niets uit, de hele eeuwigheid is met mij mee verhuisd, Virgula.

 

 

SOBRE LA AUTORA

Sasja Janssen (Países Bajos, 1968) escribe poesía, novela y cuentos y es docente. Ha recibido numerosos premios y su obra ha sido traducida a diferentes lenguas. Virgula (2021), su más reciente libro de poesía, es un homenaje a la coma (virgula, en latín): a la pausa, a la detención momentánea. Sus poemas nos invitan a demorarnos en escenas oníricas, recuerdos, fantasías que parecen acontecer en una quietud siempre momentánea, pero intensa. El poemario es un tríptico en el que la coma se invoca, se celebra y se condena; es a su vez íntima amiga y enemiga, todos los poemas se dirigen a un signo que parece decir más que las palabras que la rodean.

SOBRE LA TRADUCCIÓN

Y la coma ha sido uno de los desafíos de traducción: por una parte, el uso de la coma en neerlandés (u holandés) es muy diferente al uso en el español, está menos presente en los textos, y en estos poemas la poeta introduce muchas comas que quizá podrían no estar porque al leer igual hacemos la pausa. Intenté mantener en la traducción comas que también, quizás, podrían no estar, pero hacen más lenta la lectura. Por otra parte, en las cesuras en el texto –las generadas por la coma, y aquellas generadas al final de un verso, pero también en la inversión y en lo no dicho– parece que Janssen hace estallar el sentido. La poeta describe el (des)amor, la enfermedad y los sentimientos más oscuros con precisión y un lenguaje muy crudo y poético a la vez, en escenas muy cargadas de melancolía, pero sin caer en lugares comunes, aludiendo apenas a lo que parece ser lo esencial, lo cual es un desafío para la traducción: traducir lo dicho y, sobre todo, lo no dicho que emerge en los blancos y, aquí, en las comas. Otro aspecto que trabajamos en conjunto con la autora –compartir la lectura con quien escribió un texto es siempre una experiencia fascinante y enriquecedora para la traducción– es la sonoridad y el ritmo del poema. Cada palabra parece haber sido elegida con precisión para componer una imagen, pero no sólo desde el sentido. Sonido, ritmo y cadencia son fundamentales para Janssen, y las aliteraciones, repeticiones y cortes abruptos son una parte esencial de la composición de estos versos.

Virgula será publicado en español en Serapis (Rosario, Argentina) en 2022.

https://escaramuza.com.uy/nota/traduc-re-1-sasja-janssen-por-micaela-van-muylem/1099?fbclid=IwAR3QRA_vYE5aAGKCHQjfvEhemT_PHHL-6Qdw3rfePZtpyAhqwI2M5sAg6N8